Las barreras o bardas flotantes han sido diseñadas para atrapar residuos sólidos flotantes en ríos. La barrera se compone de unidades flotantes ensamblables.

Cada unidad consta de un flotador de alta resistencia al impacto y a los agentes atmosféricos, una malla sumergida de hierro galvanizado, con un sistema de amarre y anclajes que permiten sujetar la barrera y desviar los residuos flotantes con la misma corriente del agua hacia un punto en tierra para recogerlos. Las mallas sumergidas hasta 60 cm están espaciadas entre ellas y tienen un mallado que permite pasar peces y animales.